Bea y Jota

Aquí tenéis a Bea. Parece tranquila, pero no os dejéis engañar, está posando. 

En realidad está liada con un cocido, este cocido. 

Jota está trabajando pero podéis verle en la estantería, si os fijáis.

Y aquí estoy yo, con un lirio de hace años. 

(Y aquí está Jota finalmente, con sus hijos y el mío, no ha querido perderse la oportunidad de salir en el blog.)

Cara final

Así ha quedado por fin este dibujo, me ha costado mucho darle término. Aunque creo que está bien, alguna parte me incomoda un poco. Será cuestión de acostumbrarse.

Propiedad de Montse Gómez-Osuna. 100 x 70 cm

Y además he empezado este otro:

Montse (y Diego)

Con Montse estudié Bellas Artes; siguiendo su ejemplo adquirí el hábito de ir al estudio; con Montse he visto montones de exposiciones; con ella he leído y comentado decenas de libros; en su estudio he almacenado mi obra; con los pinceles que me ha regalado he pintado los cuadros que tenéis en las paredes, con ella los he comentado confiando siempre en sus opiniones. Gracias a ella hice mi primera exposición, y por ella -y por Diego- vinieron Amalia y Lucio a verla ¡¡Gracias!! 
Con Montse recogí las cenizas de José Luis, mi hermanito; a ella le he contado mi amor por Kika, delante de ella me he casado; en su casa nuestro hijo Mateo es uno más; gracias a Montse -y a Diego- he conocido a gente que ahora es amiga mía, vosotros. 


Mi amiga Montse.


Y ahora, fijaos en su casa: mirad a través de las puertas, sobre el piano, mirad las paredes. Mirad en el suelo, encima de la cómoda, mirad la tele.